Será hasta el viernes cuando se conozcan las razones por las cuales Lorena Ochoa se retira del golf. Se especulan muchas causas, ¡que si está embarazada!, que si lo quieres estar, que si se dedicará a su matrimonio, que si se saturó del golf!, que si ya jugar no le sabe igual, que si lo hace antes de que la destronen las coreanas y las que se acumulen. Repito todo es especulación. La decisión y la verdadera razón solo la tiene Lorena.
Las causas de los retiros de Mónica Seles, Martina Navratilova, Steffi Graff, Sabatini. Martina Higgins, Justin Hennin o Florence Griffin Joyner nunca fueron las misma, ni sus historias, ni sus razones. Pero todas lo hicieron en plenitud. Anika Sorenstam anunció su retiro con tiempo de anticipación, lo hizo igual en la cima, solo que dio chance a que patrocinadores, seguidores y el tour mismo se fueran preparando. Lo que quiero decir con esto es que pasa en varios deportes, en distintos países y con muchas jugadoras, algunas regresan otras ya no. La reacción del publico es distinta, mantas, cartas mensajes de agradecimiento y deseos de buena suerte, tristeza por dejar de ver a su ídolo, lo que quiere decir que pega, duele, pero se respeta y agradece.
Las reacciones que he podido captar sobre el retiro de Lorena aquí en México son diferentes, por que somos un país “sui géneris” en materia de deporte, con sus triunfos, sus desilusiones y sus ídolos.
Cuando en un mismo año en periodo de meses, recibimos la noticia del retiro de Ana Guevara y Belem Guerrero la reacción fue de coraje pero solidaridad, por que las causas que ambas dieron coincidían en que nuestro sistema “pudri-deportivo” las había vencido, desgastado, saturado y en el caso de Belem recientemente se supo que intentado sobornar por Carlos Hermosillo. Hubo quien se enojó con Ana diciendo que se retiraba por que no quería pasar la vergüenza de hacer el ridículo en Juegos Olípicos pero fueron los mínimos y los mas agrios. Y si fuera eso, México no mandaría al 95 % de atletas a Juegos Olímpicos.
Con Lorena percibo una reacción distinta, pese a no ser un deporte popular, es como si a todos nos tenía bien saber, que pasara lo que pasara con los fútbol-leros resultados, teníamos a una mexicanaza partiendo el queso. Y de repente se va. Sin que este veterana, sin que este en el sótano, sin que el sistema la derrote. ¿por qué alguien que “lo tiene todo”, que trabaja jugando golf, que viaja, conoce, es famosa, millonaria, la mejor del mundo, renuncia a eso y Lo deja para volverse una persona “común”? Es como si Lorena no fuera la dueña de su decisión, por que su imagen refleja que en este “Mexicodido” país, quienes desafían los atavismos, culturales, históricos y deportivos para ser la mejor del mundo deben permanecer así para inspirarnos, no se vale volverse mortal, ni renunciar a los superpoderes, menos por amor, ni a Superman se le permitió. Ahí detecto yo que pega esta decisión de Lorena. El tenor de las reacciones están ligadas al nivel cultural, educativo y cívico de cada quien.
Asi pues, en un país donde los triunfos son tan escasos quisiéramos que los que nos los dan, ¡no se fueran nunca!. Lorena no nos debe nada, su carrera no le costó un centavo al país y sin embargo le aportó mucho. No creo que sea fácil llegar a una decisión así y a pesar de ello, muestra la misma determinación que cuando tuvo que jugársela en un pot, un drive o aquel mayors ingles que ganó.
A mi Lorena siempre me ha parecido una mujer muy equilibrada, el golf era parte de ese equilibrio, de niña aprendiéndolo, de joven dominándolo, de profesional haciéndose una forma de vida. Ser la mejor del mundo estuvo equilibrada con ser una mujer altruista, ahora veo que ese balance en Lorena no esta solo en un campo de golf y eso debe ser respetado con agradecimiento. El golf ha perdido a Lorena, pero Lorena solo esta buscando su equilibrio.
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