viernes, 9 de abril de 2010

La “chicharita” Beltrán.


No se si se han dado cuenta pero la vida de uno, sobre todo si estamos en fuerzas básicas, siempre esta marcada por la influencia de las tías. Mi tía Bota, autora de la sabia frase aquella de que “Blanca paloma no rima con hijo de la tiznada”!. Bueno pues yo tuve y tengo muchas tías, “Magnolias de acero”, entre ellas las Beltrán, que ninguna era Lola pero todas son grandes.

Mi tía Zella, mi tía Zoé, “la musa”, “la negra”, “la meche” y hasta aquella que mi abuela nos achacaba como jugadora comunitaria y que respondía al mote de a “La Tía Chonchón”, (un personaje robusto que fumaba puro, sacaba el monedero y con una voz mas gruesa que la del propio Alfio Basile o Rodrigo Montes de Oca).

Mis tías, una mas mandona que otra, una mas deportista que otra, una mas cariñosa que otra. Una a una han ido colgando los tenis y con ello sus gritos, sus risas y sus apapachos, dejándonos sus dichos, sus manías y sus recuerdos.

Kathana dejó, entre otras cosas, sus plateas del azteca (invaluable patrimonio familiar que de no ser por que enfrente se apoltrona “la Monu”, sería un paraíso futbolero, se dice que fue solo hasta que la tía Kathana dejó de ir al estadio azteca que estas barras agarraron vuelo, por que la mas brava era ella) junto a sus plateas siempre estaba la tía Elvira, Elvira Beltrán al recibir su acta de “matrimonización”.

El ruideral e intensidad de sus hijos y maridos nunca permitió saber cual apasionada era ella para el futbol, el deporte y sobre todo las chivas. Yo la veía poco pero ahora me entero que todos los días ella me escuchaba a mi.

La llamada llegó ayer, justo cuando la efervescencia del “chícharito”o estaba en su apogeo. Mi tía cuya virtud de salud era no tomarse tan apecho la vida, ahora el cáncer la había tomado muy a pecho a ella. El domingo en compañía de su rebaño siguió minuto a minuto el clásico del futbol. Supongo que con 84 años de militancia en este mundo, de alguna manera las cosas se presienten y ella sabía por las múltiples señales de su cuerpo que su temporada en esta vida estaba por terminar. No se si murió tranquila, no pregunté, pero si murió rodeada de lo que cosechó, sus triunfos afectivos y un montón de prole de extracción chiva.

Ya se que toda esta historia es personal, que la sensibilidad que produce es solo asunto mío y de su rebaño y ahí debería quedarse, estoy de acuerdo, pero la llamada de mi prima no solo era para avisarme que la Tía Elvira se retiraba de este mundo a echarse la consabida botana de queso Cotija, chicharrón y tequilita con las Beltrán, ah y la tía Chonchón, sino que, antes de morir, pidió como voluntad que yo, su sobrina mas chiva, en el programa de radio dijera lo siguiente.

¡Qué las chivas siempre le dieron muchas satisfacciones y que nunca le fallaron!

Querida tía tu voluntad ha sido cumplida, que en pié descanses por que de pie viviste, o mejor descansa en pants que siempre han sido infinitamente mas cómodos para esta familia. Salúdame a Kathana, cuída a tu rebaño especialmente al sagrado.

Y como tu y el chicharito volaron hacia sus sueños el mismo día, Desde hoy serás Elvira “la chicharita” Beltrán, a quien las chivas nunca le fallaron. Voluntad cumplida tía.

2 comentarios:

  1. Muchísimas gracias por tu homenaje a mi abuela... está por demás comentar la emoción que nos causaron tus palabras, hasta dejarnos a todos, absolutamente todos los de la familia (y agregados),con lágrimas en los ojos.

    Muchísimas gracias de verdad.
    Un beso,
    Evelyn Beltrán

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  2. Cuando lei esta entrada, me conmovio, mi tío anotó de último minuto regular y alcanzo los tiempos extras,sin embargo, el martes pitó el arbrito, y perdio su partido contra el cáncer.
    Azul de corazón, le tocó vivir la época gloriosa de los 70´s, una foto al lado de Miguel Marín engalanaba su negocio. Antichiva cuando llego Vergara, no pudo ver como las chivas cayeron ante el Indio.
    Seguidor de superdeportiva y de todo lo que derivo de ahí, fan de tribuna, le encantaba provocar tarjetas rojas.
    Un gran luchador, que extraño mucho. Un Abrazo Geo

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